Said Dokins en el libro The Art of Rebellion # 3 de Christian Hundertmark (C100).
Hoy se presenta en Munich en Helmet Gallery una exposición grupal de los artistas que forman parte del libro The art of rebellion # 3, realizado por Christian Hundermark este año, una compilación de arte urbano a nivel mundial.
Algunos de los artistas compilados en esta edición son L´Atlas, Aiko, Blu, Brad Downey, Leon Reid, Os Gemeos, Mark Jenkins, Urban Camouflage, Tenten, SupaKitch, Nick Walter, Nomad, Mischa Most, Numskull, Kid Acne, Eine, Erik Tideman, Erosie, Escif, Said Dokins y los ya conocidos Shepard, Above, Ron English, entre otros.
A diferencia de muchas publicaciones sobre arte urbano y graffiti , The art of rebellion # 3 muestra otra clase de producciones que van más allá de la estética global y los cánones de belleza, si bien aparecen varios de los más destacados artistas del espacio público, muchos de ellos justo se han dado a conocer por la conjunción entre sus modos de operar, el resultado estético, la idea implícita en la obra y la afección de los contextos en que se realiza. Esta diferencia marca una madurez en el trabajo de muchos artistas que provienen del mundo del graffiti, pero sobre todo, nos habla de la actualidad del arte urbano en el mundo y de las relaciones intermediales que se han dado en las prácticas artísticas contemporáneas, donde conviven graffiti, performance, videoarte, instalación, intervención, arte contextual y muchas otras en una suerte de piezas que desdibujan los límites de estas prácticas y las llevan a territorios expandidos.
Este libro pone el dedo en la tensión en el ámbito de arte actual y muestra a los artistas que se arriesgan a jugar entre la institucionalización de arte, la intrusión virulenta de legitimación de la ilegalidad y la subversión como práctica artística contemporánea, la globalización, las minorías y la cooptación a la industria cultural del arte underground, como la revuelta más grande de todos los tiempos del arte urbano actual.
México como referente de en el arte en espacio público.
México es uno de los países que tiene un antecedente en arte, activismo e intervención en espacio público muy importante, desde el movimiento de los ferrocarrileros, los estridentistas, el muralismo mexicano o el movimiento estudiantil del sesenta y ocho, hasta los grupos artísticos de los setentas, las huelgas de la Universidad Autónoma de México, la solidaridad de grupos en el temblor del ochenta y cinco, los crews de graffiti, arte urbano, arte contemporáneo, acción directa y activismo visual, por mencionar algunos; inteligencias colectivas que han tenido preocupación por interferir en su contexto cercano, de cambiar la realidad social o por lo menos afectarla de manera directa. De modo que nos encontramos con un país rico en sus antecedentes históricos, pero también con su misma oclusión, rechazo que ha tenido gran parte que ver con la ideologización, los mecanismos de ejercicio de poder y dominación del sistema y el mismo miedo a la muerte de nuestra población en general, donde la figuración del amo y el esclavo permanece presente.
Esta historia con veladuras, no nos deja ver de manera directa lo que ha sucedido, sin embargo se transparentan cosas, nos permite vislumbrar una energía vital que reaparece en la contemporaneidad del espacio público actual, espacio que se ha convertido en tablero para un juego de ejercicio de poder y pertenencia. Si revisamos la actualidad del graffiti y arte urbano en México, nos damos cuenta de la falta de conciencia de los antecedentes históricos, pero también de la secuela que ha quedado, del hambre por manifestarse, dejarse ver*, levantar la voz y hacerse presente en un mundo lleno de escombros, de adultísimo, donde los jóvenes no tienen razón**.
Es desde esta tónica que encontramos que gran parte del acercamiento que tienen muchos de los escritores de graffiti y en general artistas urbanos o activistas, es desde otros sitios, referentes cercanos como Estados Unidos, Latinoamérica o hasta lejanos como Europa o países nórdicos. El papel que juega la globalización es sin duda crucial en estas referencias, pero ¿en que momento México se convierte en referente para los demás países?. Sin duda con todos los movimientos en un principio mencionados, México se enmarca como referente importante, desde el muralismo mexicano que tuvo un impacto muy fuerte a nivel mundial, pero sobretodo en Estados Unidos, Argentina y Chile; el mismo movimiento estudiantil y los grupos artísticos que marcaron precedente en el extranjero.
Actualmente en cuestión de graffiti y street art, México ha empezando a tener presencia, ya que ha cambiado la influencia primigenia de Estados Unidos, hacia nuevas formas vinculadas a su realidad social, sus estéticas y la generación de propuestas relacionales. Si bien el ámbito editorial no es la medida para hablar de la presencia de un país o un personaje, si es, en cierto modo, la documentación impresa, uno de los procesos más importantes y menos fugaces en los sistemas de divulgación, como lo es hoy la red u otros. Encontramos por ahí algunas investigaciones hechas por historiadores, cronistas o antropólogos, pero también por personas muy activas dentro de los movimientos, el cambio ha sido el interés por la documentación de los movimientos, desde el interior, sin mediadores, investigadores o curadores.
Existen también investigaciones fotográficas publicadas por extranjeros, donde México aparece como un pequeño punto en todo el panorama, una estrella más que se fuga. En otros caso aparece como un referente importante, tal es el caso de las compìlaciones extranjeras sobre el movimiento de la Appo y la Asociación de Artistas Revolucionarios de Oaxaca.
Maximiliano Ruiz, argentino, que vive en Barcelona, está realizando una publicación sobre street art en América latina, donde el interés de una editorial alemana está presente. Uno de los documentadores que pone ojos también América Latina y en México es Christian Hundermark, alemán de la ciudad de Munich, quien me invitó a participar en su nueva publicación: The art of Rebellion # 3. Encontramos a figuras como Tristan Manco que incluye en su libro Street Sketchbook a artistas mexicanos, Nicholas Ganz, en su libro Graffiti mujer, que incluye a Peste, como representante en México del graffiti femenil, Belio que ha publicado un libro de Saner, uno de los artistas de arte urbano en México que a mi parecer es de los mas honestos e interesantes; y muchas otras publicaciones.
La cuestión de la mayoría de estas compilaciones, tanto mexicanas como extranjeras, es que sólo se dedican a recolectar la información mandada por los artistas, no hay una reflexión teórica sobre el fenómeno, no hay una interpretación o un análisis crítico sobre el trabajo compilado y no hay sobretodo una línea sólida que no se deje llevar por personajes o estéticas dadas y globales, como lo es la explosión de color, los artistas urbanos estrellas o famosos, los lugares impresionantes, la magnitud, tamaño o formato de las piezas, cuando hay mucho que ver en los sistemas de operar de los productores, los marcos conceptuales y tensiones en las afecciones de los contextos, así como formas aestéticas de operar.
Creo que esa es la parte que se debe abordar, aunque en muchos casos la justificación es simple, hay muchas publicaciones teóricas sobre este tema, de repente seguir hablando de esto sin solidez teórica, pues mejor no se hace.
En general mi impresión acerca de este tema es que es importante que se sigan haciendo y más aún que se forme un aparato teórico de análisis e historiografía de estas prácticas, para quitar los velos históricos y para hacer fuertes estos antecedentes ante la globalización, proceso que tiene que ver con la descolonización y la altermodernidad.
*Gettig Up
**Fun People-Quizás- Album: Todo niño sensible sabrá de que estamos hablando 1998.
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